Desde su derrota frente a la computadora Deep Blue de IBM, a Garry Kasparov le entusiasma sobremanera la relación entre las máquinas y los seres humanos. Pese a que podría pensarse que la victoria de un algoritmo frente a un campeón mundial de ajedrez podría desalentar a este y presentarle a la humanidad un futuro poco menos que distópico, Kasparov aprovechó el episodio y se convirtió en un ferviente promotor de la integración entre los seres humanos y las máquinas.
#HablemosDeSeguridad
Vía @eleconomista