Se trata de programas fraudulentos diseñados para engañar a los usuarios con falsas alertas de problemas en su dispositivo que han de ser solucionadas, previo pago del servicio o producto. Durante la primera mitad de 2019, el número de usuarios atacados alcanzó los 1.4 millones; mientras que en el mismo periodo del año anterior esta cifra se quedó en 747,322 usuarios. Algunos de estos ataques se han vuelto más peligrosos y sofisticados.
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Vía @cybersecurityES