Lecciones y estrategias en el sector financiero

¿Cómo reaccionaríamos si mañana descubriéramos que nuestras cuentas bancarias han sido comprometidas por un ciberataque?

Es una realidad palpable que enfrentamos en la actualidad. En 2023, las entidades financieras en México han reportado cuatro incidentes cibernéticos significativos, marcando un aumento preocupante en comparación con el año anterior. Estos incidentes, incluyendo un caso de ransomware que afectó a Caja Popular Mexicana y ataques a diversos bancos, han sacudido la confianza de los clientes en el sistema financiero. Aunque no hubo afectaciones económicas directas para los clientes, estos acontecimientos nos obligan a preguntarnos: ¿Estamos realmente preparados para enfrentar y mitigar estas amenazas cibernéticas que evolucionan constantemente? Vale la pena que exploremos de manera crítica este tema, no solo para entender nuestros retos, sino también para prepararnos mejor para un futuro donde la ciberseguridad será aún más fundamental.

En primera instancia, debemos destacar que la transición de los ciberataques desde simples fraudes a operaciones complejas como el ransomware, muestra una evolución notable en las habilidades y tácticas de los ciberdelincuentes. Esto requiere una respuesta igualmente sofisticada de las entidades financieras. Aunque es alentador que los incidentes no hayan tenido un impacto económico directo en los clientes, debemos decir que la ciberresiliencia no solo se trata de responder eficazmente a los ataques, sino también de prevenirlos y minimizar su impacto. Las instituciones financieras deben considerar la ciberseguridad no como un gasto, sino como una inversión crítica y esto implica asignar recursos adecuados para herramientas avanzadas de detección y prevención, así como para la formación y el desarrollo del personal.

Por otro lado, estos incidentes sirven como un llamado a la acción para directores y líderes empresariales, para priorizar la ciberseguridad en sus estrategias de negocio y educación. La ciberseguridad no es solo una cuestión de tecnología, sino un factor crítico para la sostenibilidad y el éxito a largo plazo.

Provehito in altum

Por Juan Pablo Carsi