En una presentación realizada en Black Hat 2018, investigadores presentaron detalles técnicos de una investigación que demuestra la posibilidad de explotar vulnerabilidades en dispositivos médicos implantados y utilizaron como ejemplo una bomba de insulina y un marcapasos.
Los riesgos asociados a este tipo de dispositivos críticos han comenzado a cobrar importancia desde hace algunos años, ya que existe una preocupación constante, debido a que un ataque podría modificar la administración de la terapia de los pacientes. Algunas acciones malintencionadas podrían ser, por ejemplo, la alteración de la dosis de un medicamento, el suministro modificado de la insulina o incluso, un shock eléctrico a través del marcapasos.
#HablemosDeSeguridad
Más información
Vía ESET