El baúl de los recuerdos ya no es privado

La identidad personal se va construyendo desde nuestro nacimiento. Conforme nos desarrollamos vamos identificando y formando características y cualidades de nosotros mismos.

¿Cuántas de nuestras generaciones guardaban fotografías que nos identificaban en cada una de nuestras etapas de desarrollo, en el famoso “baúl de los recuerdos”? Un dato curioso era que en su momento solo los familiares y amigos muy allegados eran los afortunados en poder disfutarlas, sin tener acceso a ninguna copia, pues la privacidad de esas fotografías era fundamental.

Ahora nuestro mundo y la privacidad ha cambiando, vivimos en la era digital. Muchas de las fotografías de nuestros hijos se encuentran circulando en redes sociales al ser compartidas por nosotros o sus abuelos, tíos, amigos, etc., muchas veces sin su consentimiento. Sabemos que la felicidad de capturar y “compartir” ese recuerdo o algún momento tan especial nos “gana” y además lo vamos a tener ahí para siempre, sin embargo debemos ser sumamente cuidadosos de cuidar su intimidad, ya que ellos aún no tienen la oportunidad de elegir ni autorizar el contenido de sus publicaciones. Esta situación además puede serles incómoda, ya que a los niños no se les permite técnicamente registrarse en la mayoría de redes sociales hasta que cumplen 13 años, lo que significa que algunos adolescentes que respetan las reglas se sorprenden cuando finalmente se conectan pues encuentran material sobre ellos del que ni se imaginaban.

Les platicaré de lo que es el sharenting. Este término surge de la combinación de las palabras en inglés share (compartir) y parenting(criar) y hace referencia a compartir fotografías o videos de las etapas más valiosas de la vida de tus hijos menores de edad, en redes sociales y sin su permiso.

¿Qué peligro puede existir?

Solo imagina que se filtraran las fotos de tu bebé. Cualquier persona podría “googlearla” y buscar su nombre utilizando sus fotografías.

Otro riesgo potencial de hacer sharenting es el «secuestro digital», donde extraños toman fotos públicas de niños y las utilizan con fines sexuales o fraudulentos.

Sé que puedo sonar paranoica, pero es un riesgo real, así que piensa muy bien antes de compartir.

Safe Internet Day, organismo que promueve la seguridad en Internet, publicó el pasado febrero los resultados de una encuesta donde se comparten las experiencias que los jóvenes tienen en línea. Los hallazgos que rodean al consentimiento y la salud mental fueron reveladores: el 81% de los niños de 8 a 17 años de edad dijeron que sabían cuándo y cómo pedir permiso para publicar algo sobre otra persona. Cuando se compartió algo sin su consentimiento, a una pequeña proporción no le importó (15%), pero el 44% se sintió enojado y un 46% más se sintió ansioso o sin control.

Sharenting

Según la Universidad de Michigan, el 56% de los padres carga fotografías en redes sociales potencialmente vergonzosas de sus hijos, que pueden afectarle a éstos en cualquier etapa de su vida, interfiriendo en su vida social.

Debemos cuidar y respetar la integridad de nuestros pequeños por sobre todas las cosas. Creo que a ninguno de nosotros nos gustaría que compartieran fotografías sin nuestro consentimiento, recordemos que en un futuro dejará huella en nuestros hijos, no estamos seguros de que no vayan hacer uso de éstas para causarles algún daño. Por otro lado, debemos proteger su identidad ya que se puede convertir en un riesgo que publiques sus vidas enteras. Recuerda que una vez que se comparte algún contenido en redes sociales ya no se recupera. Te invitamos a que tomes tus precauciones y evites momentos incómodos en su vida, cuida que el “baúl de tus recuerdos” no caiga en manos de desconocidos o peor aun de ciberdelincuentes.

Aquí te demos algunas de nuestras recomendaciones:

  • Pregunta a tu familiar o amigo si está de acuerdo en que subas fotografías donde aparece su hijo menor de edad. Recuerda que también deben pedirte consentimiento y autorización de publicar en redes sociales las fotografías de tus hijos menores de edad.
  • No compartas fotografías graciosas de tus menores ya que podrías ocasionarle un problema de ciberbullying en el futuro y dañar su autoestima, se consciente de que puedan ridiculizar su identidad más adelante. Si tienes dudas sobre la publicación, pregúntate si sería apropiada la fotografía si fuera un adulto. Si a un adulto le parece embarazoso, entonces será embarazoso para tu hijo cuando sea adulto.
  • Cuida los comentarios que hagas sobre ellos. Sabemos que siempre lo harás con el mejor ánimo, sin embargo si éstos pudieran desencadenar una reacción emocional negativa déjalos fuera de las redes sociales.
  • Si al final decides publicar fotografías o videos de tus hijos, revisa tu configuración de privacidad y asegúrate de que solo las personas que deseas que lo vean puedan hacerlo. Las fotografías de menores no deben ser públicas y recuerda que si etiquetas a alguien sus amigos generalmente también pueden ver la publicación.
  • No tomes fotografías del menor que identifique el lugar dónde estudia o realiza alguna actividad extracurricular, alguien puede seguir sus pasos sin que te des cuenta.

“Cuida la identidad de tus pequeños, no marques su futuro” 

Por Lupita Mejía